Jesús Gómez pone un poco de sensatez y analiza el conflicto, en buena parte ficticio, entre Uribe, Correa y Chávez, para repartir las culpas en un duelo de gallos de pelea con muchos intereses no confesables. Con ataque más que justificado a la izquierda. Algo más que agravios
«Queda una cuestión de carácter distinto. Sorprende que un sector de la izquierda internacional sea capaz de excusar ese tipo de actitudes. Pero su irrelevancia no es fruto de la casualidad. No está a punto de desaparecer en la añoranza de las dictaduras por intervención divina o tejemanejes de EEUU. De ello debería tomar nota el Polo Democrático Alternativo, que ha demostrado la misma duplicidad y debilidad ética que en las movilizaciones contra la violencia. Cuando la izquierda oculta las manos, regala mayorías a los Uribe.»