El editorial del diario argentino La Nación, Un sistema de partidos enfermo , muestra los múltiples vicios que acechan a las democracias. Si en España caminamos hacia el bipartidismo, en Argentina tienen más de 700 partidas, la mayor parte de ellos artimañas burocráticas para sacarle dinero al Estado.
«Un país con 700 partidos es un país excéntrico, por decir lo menos. Esa fragmentación desmesurada en nada asegura el pluralismo que cabe esperar como expresión de sentimientos democráticos generosos y auténticos. Dicha cifra, extraordinaria en cualquier parte del mundo e inclusiva de más de 40 partidos con reconocimiento nacional, es la resultante de la laxitud extrema del sistema en vigor.
Aunque parezca mentira, un fenómeno de tal dimensión está fundado no en la inverosímil diversidad de ideas que pueda campear en la ciudadanía argentina, sino en una caudalosa e insumergible picaresca entrenada en obtener con ardides provechos personales de las arcas del Estado. A costa de éste funcionan, en efecto, remedos de partidos que constituyen, en realidad, cajas recaudadoras de verdaderas empresas familiares, como se comprueba con la coincidencia entre el domicilio de sus autoridades y el de organizaciones con personería para actuar en competencias electorales.»