Yo soy un mar de dudas, así que quizás por eso me haya gustado esta Muerte de la certeza de Mario Roberto Morales, un canto a la inquisición (no, no, me refiero al sentido etimológico de inquirir) permanente.
«Porque ese es el problema con los notables que no dudan: que son una inagotable fuente de error, pues al poner en práctica verdades sobre las que no se permiten dudar, lo que hacen es imponer dogmas, aunque a menudo vengan disfrazados de pensamiento científico. Ellos son los “líderes de acción positiva” que suelen llevar a las sociedades a la bancarrota. Los que dicen: “Hemos llegado al borde del abismo, es hora de dar un paso adelante”. Y legiones como ellos los siguen.»
2008-02-27 19:22
La realidad es que la certeza no existe en estado natural; es un producto de la duda.
Pienso, luego existo; dudo, luego soy.
Lo malo es dudar siempre sin llegar a asegurar nada. Este es un estado incompleto.
El tenor del articulo de Mario Roberto ensalza el estado de inseguridad que deriva a lo blandengue y produce grandes males, malos lideres y lloriqueantes complicaciones.
Ejemplos hay muchos; el gobierno gringo, Aznar, la Britney, Monsivais y la Zarzamora que llora por los rincones.