Sesenta años después de las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki hay personas en Japón que han llegado a ancianos con todos los huesos reemplazados artificialmente y enfermedades crónicas provocadas por la radiación. A pesar de ello, son sesenta años de ninguneo gubernamental. ‘El gobierno sólo quiere olvidarse de nosotros’. Es un texto de Mainichi Shimbum.
«Sakue también quedó marcada por el bombardeo. Le tuvieron que quitar el útero, los ovarios y la vesícula biliar. Demandando al gobierno en busca de reconocimiento (y compensación) oficial como hibakusha, la pareja ha descrito en varias ocasiones sus aflicciones en los tribunales, pero todo ha sido en vano. Un oficial del Ministerio de Salud llegó a decirles que “sus enfermedades no las causó la radiación; son más bien como la gripa”. Los Shimohira, de repente, estaban furiosos, tristes y desanimados.»