José Antonio Millán nos ofrece en su blog un artículo que le publican también en ADN. Nos tiene acostumbrados Millán a hablarnos de la lectura y a mirarla desde perspectivas diferentes; no se pierdan Harry Potter, o el arte de montar en bicicleta. Y entren en el enlace que nos lleva a La piedra filosofal. Las razones de Harry Potter si aún no lo han leído.
«¿Por qué entonces ese énfasis en la literatura? No conozco a nadie que se la haya cargado por malinterpretar una frase de Emma Bovary, o un verso de Cernuda, pero sí por no entender una cláusula del contrato de arrendamiento ¿Por qué cuando invitan a Cataluña a la Feria del Libro de Frankfurt lleva prácticamente sólo novelistas? ¿Libro = novela? Para algunos sí...
Y sin embargo, la ficción tiene una función clave (y ahí llega Potter); forjar en el ejercicio de la lectura, crear gente que sabe leer bien. Hace seis años narraba mi experiencia de padre de hijos lectores de Potter. Hoy siguen con la lectura de libros, cierto que a veces a regañadientes: ¡fuerte competencia la de Naruto! Pero el impulso de los libros de J. K. Rowling (cuya lectura, por cierto, ya han abandonado) fue claro: forjarles en la adquisición de una habilidad compleja, la habilidad de desentrañar ágilmente un texto. Y esa habilidad, como la de montar en bicicleta, nunca se pierde… Pero ¡intenta crear jóvenes lectores con el Boletín Oficial (lectura, por cierto mucho más productiva)!
Dicen que los niños antiguos lectores de Potter ya no leen más libros. Bueno, ¿y qué? ¿Para qué los necesitan? Mi pregunta es: ¿quiénes leyeron las aventuras del niño mago estarán mejor preparados que los que nunca hincaron el diente a un libro tan gordo, para leerse el contrato de su hipoteca a cincuenta años? Creo que la respuesta es “sí”, y para mí, a estas alturas, eso es lo importante, y no esas bobadas calenturientas que, por cierto, han hecho inmensamente rica a su autora.»