F. J. nos habla de la controvertida y polémica decisión del recién nombrado director de la bienal de arte de Sao Paulo, Ivo Mesquita, de organizar una bienal sin obras de arte, como mero espacio de encuentro entre artistas y críticos y como foro de debate y actividades. La bienal vacía.
«Pero la propuesta de la bienal vacía plantea inquietudes. ¿Los artistas no serán las víctimas de esa iniciativa? “No, hay un equívoco en esto”, dice Mesquita. “Sí va a haber artistas, lo que no va a haber es una exposición tradicional con cuadros enmarcados en las paredes, esculturas en sus pedestales y salas oscuras para las proyecciones. Será un espacio continuo de una sola instalación que consiste en lo siguiente: en la planta inferior habrá una gran plaza, un territorio experimental conducido por los sentidos con performances, bandas de música, cine. Con cosas para ver, quizá más efímeras, pero sobre todo para la contemplación.”»