Juan José Millás le da vueltas al misterio en que puede convertirse el hecho de ser conscientes de que bajo la apariencia de cualquier cosa hay un bullicio silencioso que prepara siempre cambios en la superficie: Cuestiones filosóficas en torno al pollo.
« Lo que ocurre fuera casi siempre es distinto de lo que sucede dentro. A lo mejor te levantas de la cama eufórico, dispuesto a brillar ese día donde quiera que vayas. Y quizá brilles, pero mientras asombras con tu ingenio a los compañeros de la oficina, un virus está trabajándote el hígado. Te encuentras feliz, porque todo está en orden, sin saber que al día siguiente te tendrás que quedar en la cama. Muchas enfermedades no dan síntomas, por lo que no hay forma de detectarlas hasta que se declaran. Nos asombraríamos si comparáramos lo que habitualmente sucede dentro de nuestro cuerpo con lo que sucede fuera de él. Los médicos llaman a la hipertensión el “asesino silencioso” porque no anuncia su llegada. Si al despertarnos supiéramos que ese día, a las doce, íbamos a tener un infarto, nos comportaríamos de otro modo.»