Julio Pastor Mellado parte de una obra “escandalosa” representada como acto de fin de curso de una escuela de Arte Dramático chilena para elaborar una reflexión sobre la censura y sobre la extraña ética interna que sostiene el arte de la transgresión. Censura académica.
«Tenemos el ejemplo de los empleados municipales de Kassel que borran los signos que la artista chilena Lotty Rosenfeldt pintó sobre el pavimento en una calle de esta ciudad. El objetivo ha sido cumplido: de lo que se trataba era de registrar el que dichos signos están allí para ser “obliterados” por la institución política, de modo que quedara bien claro que, a fin de cuentas, el arte contemporáneo produce signos que perturban. La institución de arte requiere que dicha confirmación provenga desde otro lugar. Lo que no se ha pensado es que una obra realizada en condiciones de restricción en el Chile de la dictadura, no pueda ser re-escenificada treinta años después en el seno de una sociedad democrática extremadamente vigilada.»