“En el debate sobre el problema terrorista se recurre abusivamente a argumentaciones absolutistas del tipo ‘la vida es sagrada’ o ‘toda violencia es perversa’ que, en realidad, sólo sirven para eludir el incómodo deber del razonamiento.” O como aquí en España, donde el gobierno ha logrado implantar el sintagma ‘los violentos’ para referirse únicamente a ETA y su entorno. ¡Gran logro lingüístico del pensamiento único!: ningún logro real.
El terrorismo no tiene solución, de
Jaume Curbet.