Me interesa poco la parte del artículo, ¿Qué hay detrás de Facebook? en la que Tom Hodgkinson ataca a la red social con los típicos tópicos (promover el aíslamiento, etc), pero sí resulta interesante la parte de investigación en la que hurga en los orígenes y la trastienda de la empresa, que cataloga como un experimento supercapitalista.
«Internet está atrayendo enormemente a neocons como Thiel porque les promete un determinado tipo de libertad en las relaciones y los negocios, libertad ante la molestia de leyes y fronteras nacionales y cosas por el estilo. Internet abre también un mundo de libre comercio y expansión del laissez faire. Thiel también parece aprobar los paraísos fiscales en el exterior y dice que el 40% de la riqueza mundial reside en lugares como Vanuatu, las Islas Caimán, Mónaco y los Barbados. Creo que es justo decir que Thiel, como Rupert Murdoch, está en contra de los impuestos. También le gusta la mundialización de la cultura digital porque dificulta más los ataques contra enseñoreamiento bancario: “no puede haber revolución obrera que asuma el control del banco, si éste está en Vanuatu”, dice.»
2008-02-11 20:36
Y yo me pregunto, ¿por qué el autor entiende que el beneficio de un tercero (la empresa) convierte una cosa buena (tú recomiendas a un amigo una cosa que puede disfrutar) en una cosa mala? Yo no lo entiendo, a no ser, desde el anticapitalismo más simplón y mal argumentado.