Como sé que hay mucho profesor suelto por LdN me ha parecido interesante enlazar este texto de Antonio Fumero sobre los alumnos que buscan trabajos hechos para el instituto en Internet. Radical y furioso (y por lo tanto no siempre lúcido), el artículo me parece que provoca reflexiones más que interesantes. Copio porque puedo.
«“El uso “fraudulento” de los recursos de Internet por parte de los estudiantes se ha convertido en una práctica cada vez más habitual”
[...]¡Joder! “uso fraudulento” mis cojones, uso fraudulento. Lo que sí es un fraude es el modelo educativo que se sigue aplicando. Los tiempos están cambiando, ya han cambiado. Si encontrar la información y documentar adecuadamente unos “trabajos”, que se medían casi al peso, ya no es un problema —o cada vez lo es menos en menos sitios- porque avanza el despliegue de eso que llaman erróneamente sociedad de la información, tendremos que buscar otra forma de evaluar, además de aprender a sacar partido de las (info)tecnologías para integrarlas en un proceso de aprendizaje que se me antoja radicalmente distinto al que seguía yo en edad escolar.»
2008-02-08 13:30
Se cabrea Antonio Fumero y, por más que releo su post, no entiendo bien porqué. Parece que lo motiva el que las nuevas tecnologías implican un cambio en el aprendizaje, pero yo no veo que el hecho del copioipego sea uno de los cambios que haya que admitir. Sí es cierto que ha llegado con la red y con la computadora, porque antes si se copiaba se copiaba a mano o a máquina: eso obligaba a leer, aunque fuera una sola vez, lo copiado. Ahora, no solo no hay que leerlo, es que, como dicen algunos profesores, hay estudiantes que ni se molestan en copiar el texto: lo imprimen desde la red; también hay que ser zoquete… Mi hija de diez años sabe seleccionar el párrafo que le interesa, abrir un open office writer o un word, pegar en formato solo texto, añadir otro de otro sitio, guardar imágenes, añadirlas desde archivo, poner títulos, poner tipo y tamaños de letra… Al menos, que se molesten en elaborar la copia para que no les queden los vínculos.
Bueno, a lo que vamos, si un trabajo no sirve para que los chicos aprendan a investigar, me da igual si utilizan solo nuevas tecnologías —aunque me parece un tanto estúpido entrar en la red si uno tiene en casa una buena enciclopedia como el Summa Artis y el trabajo es de pintura, por ejemplo— o si usan fuentes distintas: tradicionales y en red; en fin, que si no sirve para enseñarles a investigar, a citar bibliografía, a organizar los contenidos, a lanzar una conclusión personal, que quiten los trabajos. Mucho mejor eso que andar discriminando quién copia y quién no. Pero para que sirvan para aprender, habrá que darles a los críos, desde pequeños, unas pautas de cómo investigar, qué quiere decir uno con un trabajo, qué recursos existen, etc. Parece que esto, que llevaría una semana a principio de curso en 3.º y 4.º de Primaria, o incluso antes, no se hace nunca. Pues ahí está el resultado: la ley del mínimo esfuerzo es golosa, sobre todo si nadie explica que Google no es la respuesta a todo.
Para mí existen dos posibilidades: no encargar más trabajos, o enseñar a hacer trabajos antes de encargarlos. En la universidad es fundamental (o lo era) saber hacerlos, y no digamos en el doctorado.
Un beso.
2008-02-08 18:02
Creo que se cabrea principalmente por la palabra “fraudulento”. Pero se me ha esbozado una sonrisa con lo de los “trabajos corregidos al peso”...
2008-02-08 19:50
El tema es interesante, el texto reseñado no tanto. De todas formas paso bastante de opinar sobre el modelo educativo.
Sin embargo, partiendo del supuesto de que alguien quiera aprender, la Red ofrece recursos tan interesantes (o más) que el sistema educativo tradicional.
Hace unos años asistí a un curso que presentaban como de alto nivel sobre redes . Era muy caro, 6 días a 4 horas día, daba el curso un tío de curriculum impresionante. Quizás sea yo algo corto de entendederas, pero aquello era un fraude, me enteré mucho despues, cuando me puse a investigar y aprender por mi cuenta. ¿Adivinan cómo?. Usando Internet.
Así que coincido en parte con el autor del texto: Si quieres tener una certificación y aprender hay que usar los dos métodos, lástima que la certificación (titulación) sea muchísimo más cara (sumando la pérdida de tiempo que requiere, aún usando de forma fraudelenta la Red) que la “verdadera” formación. Y ojito que ambas son muy necesarias, sin certificaciones no te admiten en muchos puestos, más o menos cómodos ;)
2008-02-08 21:19
Ah, por el uso de la palabra fraudulento… Sí, la verdad es que eso apunta a que les preocupa más el resultado del trabajo en sí —y si les cuelan una o no— que el verdadero resultado de si han aprendido. A mí también me ha chocado. Aparte, si han cogido material con licencia GNU, puede que de fraudulento no tenga nada, si lo han leído y comparten las ideas. Otra de las cuestiones que no se tratan apenas en los recursos son las distintas licencias que existen.
Cayetano, lo que dices está bien para gente ya formada, pero no para chicos de ocho, diez, doce e incluso catorce años (caramba, voy como el tallaje, a las edades pares… todo se pega menos…).
Un beso.