Javier Sancho redunda en el tema del canon incidiendo en dos temas fundamentales: (a) el canon debe servir para apoyar la cultura, no para repartírselo entre los que más venden y (b) la gestión de la recaudación debería hacerla el estado, no sociedades privadas. En Un canon para promocionar la cultura.
«Ese dinero se debe usar para promocionar la cultura. Aquí no hace falta ser muy listo para comprender que gente como Bisbal o como Boris o como Luis Cobos no necesitan el dinero del canon para seguir “creando”. Todo lo contrario, el canon debería pagar ayudas para esos jóvenes que trabajan de camareros o en la obra y por la noche tocan por cuatro duros en algún pub. O para esa señora que escribe después de acostar a sus hijos tras una jornada de once horas. O para las bibliotecas públicas (¿en qué cabeza cabe que las bibliotecas deban pagar?). O para ese señor que intenta vender sus cuadros en el mercadillo y que nadie conoce porque le falta un buen padrino.»