Asisto con tristeza a la desintegración institucional de mi Italia, a la que es difícil augurar un futuro político diferente al del pozo ideológico y social. Felix Soria nos habla en Dimisión de Prodi: El éxito de la Italia suicida y de la mafia de que la perversidad del sistema electoral es una nimiedad comparado con el poder fáctico de las mafias del sur. Gennaro Carotenuto en cambio hace una lectura (más acertada, creo yo) exclusivamente política en Cae Prodi, crisis en Italia. Mezclen ambos textos y tendrán una visión muy próxima a las razones de la crisis.
«Hoy, el episodio más ilustrativo de la relación catolicismo-mafia es el caso Mastella: La Justicia acusa a 35 dirigentes democristianos de corrupción, incluida la esposa y el consuegro de Clemente Mastella. Los imputados, lejos de defenderse por vías jurídicas y apartarse de la cosa pública, pilotan el acoso al gabinete Prodi y no lo hacen por motivos ideológicos o por discrepancias en la gestión, sino en defensa de un sistema en el que las recomendaciones y las sugerencias valen más que el conocimiento y la racionalidad.
Con relación al procedimiento penal que se sigue contra Mastella, su esposa ha declarado que “este es el amargo precio que estamos pagando mi marido y yo por la defensa de los valores católicos en la política. Basta con ver lo que le ha pasado al Papa para entender lo que les está pasando a los católicos”. Huelgan las consideraciones. »