Educación y democracia es un texto valiente de Miguel Santa Olalla que cuestiona el afán de extender (calcar) el funcionamiento democrático de un estado a todas sus instancias, en concreto al sistema educativo. Plantea dos problemas: la estructura democrática de las escuelas e institutos, que en la práctica no funcionan como tal, y la ausencia de jerarquías profesor-alumno.
«Hay una segunda consecuencia cuando menos controvertida: se ha desprendido una especie de ética democrática que concibe el profesor y al alumno como dos partes iguales involucradas en la educación. Y eso es así hasta el punto que los alumnos se atreven a cuestionar las prácticas de los profesores, sin darse cuenta de que si el profesor decide implantar tal o cual libro de lectura o poner lo exámenes de esta o aquella manera no es por su capricho personal, sino porque está convencido de que es el mejor modo de que los alumnos aprendan. Crítica o cuestionamiento que a veces es respaldado por las familias hasta el punto de que lo que antes era un barco democráticamente tripulado se convierte ahora en un barco amotinado en el que parte de la tripulación acusa a la otra parte de pretender hundirlo.»