Justo Serna escribe un texto demasiado breve (sabe a poco) que promete continuar sobre Propaganda e Historia. Muy interesante esa reflexión sobre la “manipulación” histórica con ánimos propagandísticos.
«¿Cómo nos llega la propaganda? El siglo XX es pródigo en su desarrollo. En principio se pensó que la información nos podía llegar como si de una bala mágica se tratara: si así ocurre, lo que se nos dice nos convence, nos persuade… incluso aunque sea mentira. En un segundo momento se pensó que ese poder de convicción no era tan evidente: incluso la propaganda política más sibilina o artera o mendaz no siempre ha logrado sus objetivos. Eso significa que la gente no se halla inerme ante los mensajes que le transmiten: puede oponer resistencia gracias a sus opiniones, a su mundo, a su entorno, a sus concepciones, a sus redes y a sus vínculos emocionales, pues aquello que nos desmiente o que no se amolda a lo que previamente pensamos… tendemos a rechazarlo. »