La DGT va a controlar mediante un sistema automatizado las matrículas de los coches para comprobar si tienen el seguro en regla. No está mal la medida si no fuera porque eso permite elaborar un mapa bastante preciso de qué hace cada ciudadano con su coche en todo momento. La preocupación por su privacidad nos la muestra Pepe Cervera en Gran Hermano sobre ruedas.
«Almacenar ese tipo de datos sería una inquietante intrusión en nuestra privacidad que debiera estar bajo estricto control. Si la intención de la DGT es crear una base de datos de movimientos de automóviles, como ya está haciendo Gran Bretaña, es vital que se especifique quién y para qué pueden usarse, y también durante cuánto tiempo pueden almacenarse y cómo se va a impedir su uso indebido. De lo contrario habrá problemas, y problemas serios. Imagine que los movimientos de un automóvil pudieran formar parte de un juicio de divorcio (señoría, afirmó estar trabajando, pero estaba con su amante). O que pudieran ser alegados por una compañía de seguros para no pagar unos daños (solía hacer 1.000 kilómetros en un día y superaba los límites de velocidad). »