Texto valiente, discutible y controvertido el de Aniel Innerarity, ¿Los movimientos sociales en el paro?, pues en él analiza y relativiza la importancia de los movimientos sociales en las democracias y reivindica, con matices, la supremacía de la representatividad frente a la pluralidad que parecen reclamar. [Ref.: Anboto News ]
«Los movimientos sociales, si quieren ser eficaces, han de reconocer sus propias limitaciones, su verdadero alcance, no traicionar su especificidad. Lo que sirve para algo no sirve para todo y no hay mejor manera de arruinar algo provechoso que utilizarlo para cualquier cosa. Los movimientos sociales, la participación ciudadana no convencional o al margen de los partidos tienen una gran función que malograrían si pretendieran sustituir a la democracia representativa. Esta democracia representativa necesita muchas correcciones pero no tiene todavía un candidato para sustituirla. En el fondo del entusiasmo por las formas alternativas de acción social (que aquí, en Euskadi, se traduce en nuestra propensión hacia las mesas y las coaliciones como herederas de las instituciones y los partidos) lo que hay, a mi juicio, es un intento de huir de la lógica política, es decir, de la acción plural y el compromiso, el sueño de una sociedad en la que fueran superadas definitivamente las limitaciones de nuestra condición política.»