Me ha parecido fascinante esta entrada en la bitácora de Jorge Gómez Jiménez sobre la argentina Natalie Bookchin, creadora de un videojuego sobre un relato de Borges (sí, sí, como suena), pero también sobre el mismo autor argentino, sobre el hipertexto y sobre muchas cosas más. El videojuego de Borges.
«Esto es lo que responde Bookchin cuando le preguntan sobre el “despiste” —palabra que usa la periodista que firma la nota— del que estarían padeciendo quienes critican estos devaneos artísticos por contribuir supuestamente al exterminio del libro:
…los habitantes de la biblioteca de Babel de Borges también se sentían perdidos, obsesionados con la búsqueda del libro perfecto. Esa misma desesperación y frustración sienten ahora muchos que navegan por la red buscando la última información, la información perfecta. Cuando la red, como la biblioteca de Babel, no tiene salida ni centro. Ambas se van abriendo, bifurcando, ramificando sin fin…»