Alberto Garzón explica el funcionamiento de los Bancos Centrales y el poder que atesoran para controlar la economía de un país… y lo paradógico que resulta que este poder esté en manos privadas sin ningún control por parte de los ciudadanos. Sobre Bancos Centrales y el poder de la ciudadanía.
«Todo esto supone, lógicamente, que una parte importante del control de la economía queda lejos de la supervisión y control pública y democrática. Mientras los Bancos Centrales obvian problemas socioeconómicos importantes sobre los que sus actuaciones tienen importantes repercusiones, la población de un Estado es incapaz de acceder a ese poder tan importante, porque no existen mecanismos para hacerlo.
Sin embargo, los Bancos Centrales emiten comunicados de “asesoramiento” donde continuamente piden a los políticos que tomen medidas de sesgo marcadamente neoliberal, tales como introducir mayores grado de competitividad en los sectores y moderar los salarios. De hecho, se entiende, y se reclama desde el Banco Central, que las políticas económicas de los diferentes gobiernos de los estados, y de los sindicatos, tienen que ajustarse al objetivo de la inflación. »