La antaño próspera Argelia parece inmersa en una crisis que condena a buena parte de su población a la miseria, paradoja señalada si tenemos en cuenta que sus ingresos brutos no dejan de crecer. Fernando Casares, Argelia: cuscús sin cordero
«Y efectivamente, si tenemos en cuenta el PIB per capita en 1990 (3500 dólares) y el actual (2400 dólares), en un contexto de astronómicas diferencias macroeconómicas entre aquel Estado y éste, las paradojas afloran y la pauperización del poder adquisitivo del argelino y, como consecuencia, del consumo, es una evidencia. En resumidas cuentas, el poder adquisitivo del argelino se redujo en el 32% entre esas fechas, mientras su crecimiento (sin precedente en su historia) supera el 5, 6 y 7% de su PIB y el índice de precios al consumo se quintuplica (de 100 a 580) en comparación a 1990.»