Absence logra contagiar el entusiasmo que tiene por Popeye en este ¡Que me aspen!, un personaje conocido por todos pero cuyas tiras cómicas distan mucho de la versión edulcorada y recursiva que hemos visto desde hace años por televisión.
«Su mítica fuerza le viene de su condición de marino pendenciero adicto a la violencia. Y aunque tiene buen corazón, también sucumbe a la tentación de la mentira, a la negación de todo orden y a atribuirse méritos que no son suyos, y lo hace mientras va soltando puñetazos que para él todo lo solucionan. El puñetazo, en el Popeye de Segar, es mucho más que un acto de violencia, es poesía en movimiento, es la línea cinética que todo lo define, es génesis de estrellas, es la quintaesencia de la historieta. Pero, al mismo tiempo, Popeye no son sólo puñetazos. Pese a la inmediatez que define esa acción concreta, Thimble Theatre es un dechado de sutilidad, inteligencia e imaginación.»