Una de listas: Luisfer comenta lo que para él son Libros Sobrevalorados. Extraña un poco la elección porque mezcla lo que yo creo que son libros realmente valorados por la tradición con éxitos fugaces de ventas. Pero seguro que a alguno de ustedes le toca la fibra sensible.
«EL PRINCIPITO, Antoine de Saint-Exupery. Encumbrada hasta el infinito, no puede dudarse de su arrolladora imaginación, su firme propuesta y su emotividad. No obstante, parece quedarse a medias de todo aquello que quiere transmitir, con una extensión muy ajustada, lanzando aleatoriamente conceptos como el de domesticación o formas de vida como las visitas del Principito a los planetas. Un canto a la infancia que no es una obra maestra, y que parece serlo para todo aquel que lo tiene en la estantería de su casa.»
2008-01-02 11:20
Sí, bueno, por qué no. En fin, creo que el texto es más provocador que otra cosa, no es que se detenga demasiado en analizar lo que valora. La verdad es que lo poner en cuestión una vaca sagrada para generar reacciones me parece un recurso efectista y facilón, pero vale.
2008-01-02 15:07
Yo casi siempre lo que encuentro en mi cabeza, cuando alguien hace una de estas propuestas, son libros infravalorados. Por ejemplo, a Lorenzo Silva le dieron el Nadal, pero no se lo dieron por La flaqueza del bolchevique: este libro de Silva me parece redondo, infravalorado. Aunque me entretengan las aventuras de Bevilacqua, que sigo.
Los best-seller como El código da Vinci no creo que estén sobrevalorados; todo el mundo sabe que son simplemente libros intercambiables: puedes leer uno u otro y te saben igual, nadie se engaña.
El principito es un libro con unas cuantas perlas y hallazgos que a mí me bastan para tenerlo en gran estima.
Hay libros que a veces considero sobrevalorados y abandono; al retomarlos años más tarde suelo encontrar en ellos aquello que les hizo pasar a la historia común de la literatura.
Un beso.
2008-01-02 19:30
La verdad es que el texto refleja muy bien la situación actual. Ninguno de los libros de los que habla entra en la valoración de lo que yo considero literatura, por lo tanto, están valorados en el contexto en el que se inscriben. De alguna forma conectan con algo que les hacen atractivos a un tipo de lector. A mí me parece sorprendente que alguien pretenda hacer un análisis de su calidad literaria para evaluarlos. Su éxito está en otro apecto, no en el literario. Por lo tanto, hacer un análisis de este tipo con ellos refleja lo mal que está el panorama.
La buena literatura, como todo lo que requiere cierto nivel, nunca será de masas. Y siguiendo lo que dice Ana, no creo que esté infravalorada, creo que está simplemente ignorada.
2008-01-02 22:25
Bueno, pues aquí sigue con la segunda parte. En esta ocasión le toca a Alatriste, Zafón, 2001, P.K. Dick o Saramago.
Saludos
2008-01-03 22:05
Pues con la nueva lista me reafirmo en mi comentario anterior. No sé, es como si alguien hace 70 años hubiera dicho que estaban sobrevaloradas la novelas de Corín Tellado o del oeste porque se vendían mucho.
Pero al paso que vamos no me extrañaría que en las facultades de filología acaben evaluando este tipo de libros, con la obsesión por llegar a las masas.
2008-01-04 11:16
Bueno, la tercera parte añade un matiz al adjetivo “sobrevalorados”: «con un éxito a mi juicio desproporcionado a sus virtudes literarias». Esto, que yo creo no es exactamente el significado de “sobrevalorado”, da un poco más de sentido a la lista, creo.
Saludos
2008-01-04 16:07
Bueno, espero que no haya más partes, pero mi conclusión se parece a la que tuve con la primera: bla bla bla. Me parece una enumeración sin pies ni cabeza, sinceramente.
2008-01-04 16:32
Yo también sigo pensando lo mismo. No entiendo por qué dice que están sobrevalorados en función de su calidad literaria. ¿Se estudian en los libros de literatura, en las facultades de filología o cualquier cosa que indique que son considerados con valor literario?
Porque lo que diga cualquiera no tiene ningún valor. Creo que esto es el gran problema actual, que la opinión de cualquiera parece que vale lo mismo y no es verdad. Faltan las referencias de nivel. Cuando yo estudiaba literatura (siempre con los libros de Lázaro Carreter y Manuel Alvar, a los que les estoy profundamente agradecida) nunca apareció ninguna referencia, por ejemplo, a Bucay que es uno de los que nombra. Nos lo hacían leer en las convivencias y lo recuerdo como algo cursí e insufrible, pero siempre leído en el contexto de la autorreflexión o la autoayuda. Así que yo creo que el que los está sobrevalorando es él haciendo una reflexión que no ha lugar.
No discuto que, ya que tenemos a Pérez-Reverte en el sillón de Manuel Alvar, en un futuro próximo (o quizá actualmente), sus libros o los de sus amigos (Muñoz Molina y Cia.) se quieran poner en un lugar que no les corresponda, pero les va a costar que cuele para el lector de verdad.
Y vaya por delante que cada uno puede leer lo que le apetezca y que no tengo nada en contra de eso. Pero son dos tipos de actividades distintas, leer literatura y leer otro tipo de cosas. Mezclarlas es lo que me parece un peligro, porque con el predominio de las mayorías, la literatura de verdad tiene difícil abrirse paso, y a mí es la que me interesa.