Juan Aréchaga tacha de papanatismo la reciente concesión del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades a las revistas científicas Nature y Science (cuyos artículos, entre otras cosas, jamás son liberados) y aboga por la promoción de una red de revistas científicas españolas: Revistas científicas en España, entre el aldeanismo y el desdén.
«Nos referimos a que las centenarias y renombradas publicaciones han sido, ante todo, la punta de lanza de la ciencia británica y norteamericana (los foráneos que han publicado en ellas y, particularmente, los españoles, son una muestra decorativa e insignificante a lo largo de su historia). Por otra parte, ambos semanarios son, en realidad, un formidable negocio editorial —promocionado y mantenido por sus excelentes gabinetes de prensa— que beneficia exclusivamente a la compañía privada Nature Publishing Group y a la American Association for the Advancement of Science (¡nuestros bibliotecarios, investigadores e instituciones científicas saben muy bien lo que cuesta suscribirse, publicar o anunciarse en ellas!). Más aún, a diferencia de las revistas académicas que hemos firmado, por ejemplo, los Washington DC Principles for Free Access to Science (www.dcprinciples.org), las premiadas no liberan el contenido de su edición electrónica —pasado el tiempo prudencial que permite la viabilidad económica de las publicaciones—, sino que lo mantienen bloqueado permanentemente; una excelente fuente adicional de ingresos proporcionada por las nuevas TICs para la venta, por vía electrónica, de artículos sueltos.»
2007-12-27 19:47
Fundamental para nuestra ciencia la promoción de una red propia de revistas científicas. Con las nuevas tecnologías y con tan buenos científicos como tenemos, el coste económico podría ser mínimo y el beneficio extraordinario. Un saludo.