El secreto de los Greenwall es un precioso cuento infantil de Germán Machado que obtuvo el primer premio en el Concurso Internacional de Cuentos para Niños de EducaRed e Imaginaria. Una delicia, «una historia de magia y aventuras, que en pocas páginas abarca generaciones, geografías y hasta un barco de vapor»
«Ya está cerrando los ojos. Los aprieta bien fuerte. Piensa: “Rojo.” Así permanece unos segundos. Unos pocos segundos. Absorbe los mocos desde la nariz hasta su garganta. Carraspea. Abre los ojos, y allí está la pared: “roja”; bien roja, como la luz de un semáforo deteniendo el tránsito en una noche sin luna.
—¡Zácate! —exclama Tomás. Se siente reconfortado, dichoso. “Tomás Greenwall, la magia del camaleón.” Piensa. Y el pensamiento se dibuja chispeante en el aire de su dormitorio como el cartel luminoso del video club de Puerto Bidondo.
Tomás observa detenidamente las grietas de la pared. Están allí. Son las mismas de siempre: la que dibuja un sombrero de visera, la que simula un perro sentado sobre sus patas de atrás, la que tiempo antes él creía que era la cabeza de un cocodrilo, pero después se decidió por adivinarla como el perfil picudo de una garza. Son las mismas grietas, sí, salvo que ahora están rojas, y no blancas como apenas unos segundos atrás.
—Hay que intentarlo de nuevo —piensa Tomás, y ya está buscando otra cosa: la mochila de lona, tal vez. O la silla de madera. O el auto a control remoto. O el sombrero de lana.. —¡La mochila! —exclama Tomás en voz alta, dándose aliento. —Probaré con la mochila marrón —masculla, entre dientes, y ya está cerrando los ojos. Los aprieta bien fuerte. Piensa: “Naranja.” Permanece unos segundos con los ojos cerrados. Siente, por debajo de sus párpados, un ardor suave, como un cosquilleo, y en las sienes, bajando hacia el entrecejo, una suerte de dolor parecido al que provoca un sombrero de un talle más chico. Abre los ojos, y allí está la mochila: “naranja”; bien naranja, como una mandarina de jugosa fortuna.»