No termino de entender la escasez de voces políticas discordantes y mediáticas —exceptuando quizás al diario Público-- ante la visita del dictador libio Muamar el Gadafi a España. Es mirar a otro lado de forma impúdica y así lo entiende también Juan Varela. El show de Gadafi.
«En España tanto gobierno como oposición están encantados.
Zapatero reivindica con cinismo el apoyo de Gadafi en la lucha contra la inmigración ilegal. Es una de las artimañas del líder libio para su redención internacional.
Pero el presidente debería atender las recomendaciones internacionales, tanto de ong (Informe Human Rights Watch), donde se pide a los países de la Unión Europea presión para el fin de los abusos y respeto a los derechos humanos, como de los datos del propio Frontex que corroboran esa situación.
El coronel Gadafi se dedica ahora a hacer trabajo sucio para Occidente después penar y salvarse del Eje del Mal.»
2007-12-18 18:43
Dejando a un lado que a mi Gadafi me interesa poco, quizás ayude a entender las pocas voces críticas las expectativas de contratos por valor de 11.500 millones de euros Eso: expectativas, Además nadie presupone valores éticos a un gobierno, sea de izquierda o de derechas. ¿Y China? ¿A quien le importa China?