Antonio Gutiérrez-Rubí cuestiona el futuro de aquellas empresas que son reacias a adaptarsde a un nuevo tipo de consumidor más dinámico, más emprendedor, ¿más libre? Empresa 1.0, mercado 2.0.
«Además, el temor a compartir información o a que sea accesible, fruto de un modelo de valor basado en conservar el conocimiento antes que crearlo y difundirlo, ha alimentado el pánico hacia la empresa transparente y abierta, hipotecando el caudal de energía creativa que existe entre el capital humano de la propia organización. La inteligencia artificial que surge de la inteligencia colectiva no puede ser una amenaza. La propiedad como principio único para el desarrollo de valor debe ser revisada por una nueva lógica. El miedo a la competencia difusa en manos de muchos actores ha provocado reacciones alérgicas hacia la cultura 2.0.»