En Canto a la vida del Lope Final Luciano García Lorenzo escribe sobre una de las últimas obras escritas por Lope de Vega y del nacimiento de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico.
«Y quizás el testimonio más importante de esos aires renovadores y del carácter de algunas apuestas hacia el futuro ha sido la creación de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico. La idea ya figuró en los planes de Adolfo Marsillach y, en parte, la puesta en marcha de la Escuela que funcionó algunos años por ahí iba: formación de jóvenes actores y actrices, que se incorporaran a la Compañía o que participaran en montajes fuera de los dos habituales que se llevaban a cabo. La idea no prosperó, pues algún que otro joven profesional participó en los montajes convencionales, pero las escasas experiencias que se hicieron aparte fueron más espectáculos B así eran calificados que montajes con los medios adecuados y la difusión necesaria. La Joven Compañía que ahora nace no parece tener estas limitaciones: el espectáculo con que se presenta ha sido muy significativamente dirigido por el propio Vasco y la única frontera del montaje está en los treinta años que como máximo deben tener todos los actores y las actrices que en él participan.»