Carlos Yusti reseña de modo impagable una revista que en 1954 editaron los pacientes de un hospital psiquiátrico: “”Nanacinder” fue, si se ha de ser justos, la primera revista con lineamientos literarios bien definidos, sin mencionar sus méritos como literatura psicopatológica. En su momento “Nanacinder” fue una ventana entre la locura y el mundo clínico y supuestamente cuerdo. Su valor como terapia rebasó las expectativas de sus promotores. No obstante la literatura desde hace tiempo es una herramienta para expresar lo inexpresable, para fijar en palabras los fantasmas cambiantes y dolorosos que de vez cuando tiende a crear la mente. Lo trágico, o lo poético, es que nadie está a salvo ni de la literatura ni de la locura.”
Una revista en el manicomio.