Entrevista a Serge Halimi, periodista de Le Monde Diplomatic que ha escrito un libro donde “acusa a los 30 periodistas franceses más conocidos de, entre otras cosas, amplificar la voz del poder económico y político, erigirse en profesores de moral y censurar el pensamiento crítico con la ‘utopía ultraliberal’”. La prensa sempre elige lo interesante sobre lo importante.
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“Se trata simplemente de informar de lo que pasa en el mundo”. A este punto hemos llegado en que una frase tan obvia es necesaria.
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“P. Ha acuñado usted la expresión ‘periodismo de mercado’. ¿Qué significa?

R. El mejor ejemplo de eso es el disparatado tratamiento que se dio a la muerte de Lady Di, una noticia interesante sólo porque los medios habían creado antes ese interés. Lo sabíamos todo de ella. Hasta su talla. Y su muerte ocupó espacios extraordinarios en la prensa. Por contra, hace dos meses se han editado las Intervenciones políticas de Buordieu después de la independencia de Argelia. Silencio total. Ni una palabra. Cero. Bajo ese criterio, si pasa algo muy grave en Nigeria, por ejemplo, nadie publicará nada sobre eso.”

Lo mismo acaba de pasar con el caso de las niñas asesinadas en Inglaterra; terrible, sí, pero ¿merece TODA la atención de la prensa, titulares, artículos, reportajes…? ¿No será un modo ladino de decir: señores, tengan miedo, comprense seguridad privada (el nuevo Rey Midas tras los bancos y la construcción) al que contriuyen sin pestañear los Medios de Comunicación?