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La inveterada desidia de la librería española

La inveterada desidia de la librería española, un texto en el que Álvaro Ceballos Viro expone su experiencia con alguna librería española como ejemplo más o menos generalizado de la apatía secular en la que viven. Muy recomendable. [Ref.: jamillan ]

«A estas alturas, pasada de moda la odisea en el espacio y siendo el futuro ya cosa pretérita, las técnicas y motivación de los libreros españoles son las mismas que las que registraban desconsolados alemanes hace cientos de años. Mientras que en otras naciones las librerías cuentan con catálogos actualizados al minuto que recalculan los gastos de envío automáticamente en función de la cantidad y tamaño de los ejemplares solicitados, y cobran vía PayPal para agilizar las transacciones y que los clientes puedan pagar sin sustos, los libreros españoles se dedican a torear al personal. Le cobran gastos arbitrarios, lo desorientan, lo aburren, lo estafan, lo marean, en fin, como hace aquel viejo grisáceo de la calle Sagasta, en un establecimiento que se diría la biblioteca de Babel, y en cuyo catálogo puede encontrarse absolutamente todo, pero que en realidad se dedica a pasar los pedidos a otros vendedores, haciendo al interesado regresar de nuevo a su caótico cuchitril varios días después y pagar dos euros de recargo. Como decía aquel pobre sabio sajón, todo es andar de una parte a otra, cuánto tiempo perdido.»

Marcos Taracido | 03/12/2007 | Artículos | Mundo del Libro

Comentarios

  1. Alberto
    2007-12-03 12:57

    Hay tres libros que he estado buscando en los últimos dos meses en Santiago de Compostela. Uno es “Limpeza de sangre”, de Rubén Ruibal, Premio Nacional de Literatura Dramática y editado en Xerais (ah, ¿qué no lo sabíais? Ya,es que por lo visto este premio nacional debe ser de segunda categoría). Los otros dos, con vistas a regalárselos a mi pareja, eran “El año que viene en Tánger” de R. Buenaventura y “El desierto de los tártaros” de Dino Buzzatti.

    No he encontrado ninguno de los tres y estas son las respuestas que he cosechado en TODAS las librerías que he preguntado:

    - No lo tenemos. – ¿No se puede pedir? – La verdad es que no

    - Está descatalogado. – Pero… si se lo regalé a mi hermano hace menos de un año. – Sí, mira, aquí aparece en la editorial también en bolsillo pero de 2005. – ¿Y desde 2005 hasta hoy ya no los venden? – No. Ya ves.

    - No sé cuál es. – ¿Podrías mirarlo en el ordenador? – (Bufido) Vale. No lo tenemos. – ¿Se puede pedir? – Es que nos cuesta mucho.

    ...

    Eso.

  2. Manuel Haj-Saleh
    2007-12-03 13:10

    Hará falta un Amazon en España para que empiecen a darse cuenta de cosas como ésta. O que alguna de las grandes cadenas de librería se decida a dar el salto y vender sus libros por internet con un interfaz medianamente cómodo, manejable y seguro (lo que de momento descarta a la Casa del Libro).

    A mí, que soy un defensor a ultranza de la pequeña librería frente a la gran superficie, me crispan terriblemente este tipo de cosas. Son libreros que viven por y para el libro de texto, los premios Planeta (y similares) y los artículos de papelería, y luego se quejan de que no se les protege lo suficiente. Una de las cosas buenas que le encuentro a Madrid (alguna debía tener) es la cantidad de librerías que tiene, y en todas las que he visitado hay personas que te buscan el libro, te lo intentan pedir, te llaman cuando lo tienen y, en algunos casos, te ofrecen la oportunidad de recibir un boletín de novedades en tu correo y avisos de los autores que te puedan interesar. Y eso en una ciudad de cinco millones de habitantes que, a priori, implica mayor impersonalidad en el trato.

    Hay que seguir defendiendo a los libreros de siempre, ya que son una pieza clave en el negocio de la publicación para que no se pierdan muchos escritores minoritarios, clásicos o de menor divulgación. Pero a más de uno me gustaría patearle el trasero, os lo juro.

    Saludos.

  3. Carmen
    2007-12-03 13:14

    A mí me pasó poco más o menos eso la semana pasada.

    En tres librerías me dijeron que el título que yo buscaba estaba descatalogado; en la cuarta supuestamente lo tenían, pero no apareció.

    Al final, lo compré por internet (no estaba descatalogado, ni mucho menos), a pesar de tener que pagar el extra de los gastos de envío.

  4. Alber
    2007-12-03 19:19

    Si yo ahora voy a buscar en mi ciudad un libro de un escritor de medio pelo como un servidor, sólo lo encuentro en la FNAC.

    Ahora, si hace falta, explico aquí qué opinión me merece a mí el librero de siempre y su sana imbricación en el negocio de los libros.

  5. María José
    2007-12-03 20:01

    Manuel, no sé qué problemas tienes con la Casa del Libro, yo he utilizado el servicio y me ha funcionado muy bien, tanto a través de Internet, como en la librería. Y los que no me han conseguido, me he puesto en contacto con la editorial y, hasta ahora, siempre me han confirmado que estaban descatalogados o agotados. Pero ese es otro problema.

  6. Manuel Haj-Saleh
    2007-12-04 09:08

    Maria José, el problema que tengo con la Casa del Libro es respecto a su servicio de internet: el interfaz es incomodísimo, lo menos usable y lo más lento del mundo (aunque reconozco que en esto ha mejorado bastante), y el buscador funciona como le da la gana. Es que cuando uno se acostumbra a Amazon se vuelve sibarita… :-)

    Saludos.


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