Pues yo no tenía ni idea, pero al parecer Alejandro Dumas, prolífico escritor con más de 300 obras publicadas, hizo uso reiterado de subalternos que escribían lo que él les indicaba, incluyendo Los tres mosqueteros. Lo cuenta Iñaki en Alejandro Dumas: El Negro de los Negros.
«El uso de estos “colaboradores” por parte del escritor no fue algo esporádico y llegó a tener trabajando a varios de ellos a la vez y durante bastante tiempo. Al parecer, era tal la cantidad de novelas que Dumas llegaba a publicar en un solo año, que según se cuenta, en una ocasión donde se encontraron padre e hijo, Dumas padre preguntó:
-¿Y qué? ¿Has leído mi última novela?
A lo que Dumas hijo le responde.
-Claro que sí. ¿Y tú, la has leído?
Anécdotas aparte, Dumas también escribió personalmente parte de su obra y los historiadores le reconocen el mérito de que todas las líneas argumentales eran creación suya, además de revisar meticulosamente la versión final antes de enviarla a la imprenta, como algunos manuscritos conservados prueban.»
2007-11-26 14:55
Fijaos, destaca el hecho de que era sabido que tenía “colaboradores”, y entiendo que no pasaba nada; si es que todo esta obsesion por la originalidad, por el plagio y todo eso es algo totalmente moderno. La originalidad esta totalmente sobrevalorada.
2007-11-26 20:14
Vale, pues resulta que Dumas no era un autor, sino una empresa editorial. También Alfaguara tiene sus “negros”, como Pérez Reverte o Javer Marías, que escriben las novelas que le demandan los lectores. Eso sí, hay que reconocer que hacer famosos a estos “negros” ha resultado un excelente truco publicitario.
2007-11-26 23:42
De Dumas se cuentan muchas anécdotas de este tipo. Hay una que me han vendido como cierta desde hace años: Se encontraba el escritor muy contrariado (algunas fuentes lo señalan como “deprimido”) por el fallecimiento de uno de sus negros. Pasados unos días del fallecimiento, recibe la visita de un caballero que le conforta diciéndole que no se preocupe, pues la novela que estaba escribiendo continúa su curso, ya que él era el negro de su negro.
Se non è vero, è ben trobato
2007-11-27 04:31
La erudiccion resulta incomoda cuando nos muestra trucos como estos en autores leidos, admirados y consagrados como Dumas; como pintores historicamente celebres y que sus ayudantes pintaron dejandole al famoso pintor los pincelazos finales, geniales, y la carisima firma; de musicos de excelsas composiciones escritas en los pentagramas de colaboradores con remuneracion de miseria; de periodistas exitosos que prestan su nombre, tras una cuidadosa revision y cambio de frases, a su estilo, en articulos editoriales o reportajes sensacionales, escritos por otros.
Por ello, he decidido prescindir de la erudiccion y disfrutar de la musica, la pintura, los escritos, la poesia y de las bellas, sin indagar mucho.