DIvertida Entrevista a Fernando Vallejo, escritor colombiano que no deja títere con cabeza; no busquen en realidad serios asuntos literarios, sino una retahíla de desplantes y boutades. [Ref.: Moleskine Literario ]
«P: ¿Y qué tres razones daría para leerle a usted?
R: Que aquí o allá, perdidas en un maremágnum de páginas, hay unas cuantas que le pueden provocar al lector una eyaculación inolvidable. Y eso es lo máximo. Al lado de esto sobran las otras dos razones.
P: ¿Por qué cree que la lengua española es “un adefesio, un inmenso desastre anglizado”?
R: No es que crea: es que es. En eso terminó. ¡Pero ni quién se dé cuenta! Don Fernando Lázaro Carreter, mi tocayo, que lo sabía, ya murió.
P: ¿Qué autores (españoles, latinoamericanos, ingleses, franceses…) le interesan?
R: Ninguno.
P: ¿Tampoco hay algún poeta que le emocione?
R: Tampoco, pero sí varios músicos, de los que te hago una cuenta apurada: Pergolesi, Gluck, Mozart, Haydn, Schubert, Beethoven, Wagner, Mahler, Debussy, Richard Strauss, Sibelius. Pero por sobre todos ellos José Alfredo Jiménez, el sol de México, que es el que me llega más hondo al alma.
P: Tampoco le gusta el cine, aunque estudió en los estudios Cinecitta de Roma: ¿también ha perdido esa fe?
R: La literatura al lado de la música es muy poca cosa y el cine al lado de la literatura lo mismo. El cine es un embeleco del siglo XX que está durando más de la cuenta, y con el que perdí varios años, pero qué impor-ta, la vida es para eso, para perderla uno en tanto nos llega la hora y nos ponen punto final a la novela los gusanos.»
2007-11-21 18:51
Rafael Reig le daba un buen repaso ( y merecido, a mi juicio) en su blog:
Fernando Vallejo: un pelmazo http://hotelkafka.com/blogs/rafael_reig/2007/11/fernando-vallejo-un-pelmazo.html2007-11-21 19:04
Tiene razón en todo lo dicho Vallejo. En todo. Es un chingón. Es lo mejor que nos ha dado Colombia.
2007-12-25 03:06
En verdad, Fernando Vallejo es un escritor con agallas, consciente. Pocos autores latinoamericanos (como Vargas Vila) han alcanzado tal grado de cinismo, de grandilocuencia… Me pongo de pie: Vallejo: ¡maestro!