Comentarios

1. Ana Lorenzo
   2007-11-17 12:53

   Estoy de acuerdo con Ángel en la refutación de esos argumentos tontos de las objeciones que se ponen al proyecto One Laptop per Child: muy buen artículo. Sin embargo, espero que tengan mejor formados a los profesores de lo que en general los tenemos en España. No salgo de mi asombro cuando veo que el aprovechamiento de las nuevas tecnologías en Primaria y en Secundaria se limita, en muchos casos (sé que no en todos, menos mal) a pedir a los chicos que busquen información sobre… sin darles unas pautas previas, sin decirles qué fuentes son fiables y cuáles no. El otro día hablé con un profesor de tecnología sobre el recurso esdelibro.es (de CEDRO), advirtiéndole que no tomaba en cuenta las licencias Copyleft, Creative Commons, etc. (agradezco a José Antonio Millán esta puntualización) y le comenté que quizá sería más adecuado que fueran los profesores de lengua los que explicaran a los chicos esta forma de investigar para sus trabajos, ya que alude también a fuentes clásicas en papel. Según él, los de lengua deben limitarse a explicar lengua y uso de la biblioteca (¿explican y aplican el uso de los recursos de la biblioteca?, le pregunté; bueno, no tienen tiempo); y del uso de la tecnología, deben encargarse los profesores de tecnología (¿lo hacéis?; bueno, no tenemos tiempo).
   Me pregunto para qué servirán los ordenadores y la biblioteca en muchos colegios e institutos españoles. Y para qué servirá el mandar trabajos: ¿para que sepan hacer copy-paste, homogeneizar el tipo de letra, guardar imagn como e insertar imagen desde archivo? Ah, y para entrar en Google y coger el primer resultado.
   Un beso.

2. Marcos
   2007-11-17 13:27

   Problema complejo, muy complejo. Sin afán alguno de abarcar, anoto dos puntos:

   - “No tenemos tiempo”. Pura realidad. El aumento de los contenidos por curso ha sido una constante desde que apareció la LOGSE. Ejemplo para Lengua y Literatura castellana: ahora tenemos que impartir EXACTAMENTE lo mismo que antes ocupaba dos asignaturas distintas (lengua castellana, literatura castellana) y con, en los mejores casos, la mitad de horas a la semana; y además, se añaden más contenidos que antes no existían: nuevas tecnologías y valores. En la práctica, si sigo el programa estrictamente no llego ni a la mitad y, encima, no profundizo absolutamente en nada. Así las cosas uno tiene que decidir:
   1. Doy todo el programa, con lo que mis alumnos acabarán sabiendo un poquito de nada.
   2. Intento que acaben el curso habiendo asimilado los fundamentos básicos de la lengua, en comprensión y expresión, y me olvido del resto.
   3. Hago un pupurri intentando picar un poco en todo.

   - “Nuevas tecnologías en el aula”. El epígrafe es un absurdo de imposible cumplimiento tal y como están las cosas, porque “en el aula” no hay nuevas tecnologías, pues lo ordenadores están en el aula de informática. A lo más que se puede aspirar “en el aula” es a meter un proyector, con lo que eso supone de péridida de tiempo: entre que lo montas y lo desmontas se te va un tercio de la clase. ¿Y el aula de informática? Sí, pero suele estar tan solicitada que sólo puede ir de vez en cuando. Y más: acudir ahí no es realmente integrar las TIC en el aula; hoy en día casi todos los alumnos saben usar un ordenador, muchas veces mejor que nosotros. Lo que no saben es usarlo para lo que tú quieres que lo usen, como tampoco saben usar la biblioteca. En el último claustro yo he solicitado que se pidiese la instalación de un proyector en cada aula, y todavía se están riendo, con razón.

   - Preparación de los profesores. No es sólo que no estemos preparados, algo lógico porque esto va rapidísimo, sino que muchos, muchos, no quieren estarlo, que es mucho peor.

   Saludos

3. Ana Lorenzo
   2007-11-17 17:01

   Marcos, te agradezco la intervención y la explicación. Se me había olvidado mencionar ese punto importantísimo de la unión de Lengua y Literatura en una sola materia —craso error— y el recorte de horas.
   Es cierto que los chicos manejan el ordenador mejor que los adultos (no en cuestión de fuentes de información ni directorios de revistas de acceso al texto completo gratuito, ni en enciclopedias en la red de acceso libre, por poner un par de ejemplos): ¿por qué, entonces, esa manía de los padres y de los profesores de llevar a los chicos al aula de informática a «enseñarles a usar internet» cuando realmente se reduce a enseñarles qué es una url, cómo guardar favoritos, cómo copiar y pegar en un documento Word? (Porque además suele usarse el Explorer y el Word, sin hacer referencia ninguna al Mozilla y otros ni al Open Office.) ¿Para qué encargar trabajos? Algunos profesores advierten a los chicos de que en elrincondelvago.com han colgado material “malo” aposta, con el fin de que no copien y peguen: ¿no es eso anular un sitio que podría ser fiable para las consultas? ¿No sería mejor formar a los chicos y darles un criterio en vez de corromper El Rincón del Vago o la Wikipedia? Me parece que hay profesores que en la red no ven un aliado, sino un enemigo, y que tratan de matar moscas a cañonazos.
   Cuánto mejor no sería perder una semana al principio de curso en la tutoría o en tecnología, con un proyecto que se basara en los pasos para elaborar un trabajo y que se consensuara entre los profesores de lengua y tecnología para explicar a los chicos cómo aprovechar los materiales en papel y en la red.
   Por cierto, cuando dije que menos mal que no todos los profesores se limitan a sí mismos, me acordaba, entre otros, de un estupendo profesor de lengua y literatura que ejerce en Galicia ;-)
   Un beso.

4. Paco
   2007-11-17 22:23

   Bien, en realidad yo me estaba preguntando ¿por qué no otro enfoque? Sustituyamos los libros por ordenadores (esto ya se comentó hace algún tiempo por aquí) y hagamos libros con licencia Creative Commons. Ahorraremos que se corten un montón de árboles y así lucharemos contra el calentamiento global.

   Es decir, que cada familia, en lugar de gastarse 200€ anuales en libros que se los gaste cada 2 o 3 años en un OLPC que SIMPLEMENTE se cargará de libros y cada niño, en lugar de llevar UN MALETÓN a clase, llevaría su OLPC cargadito con los textos.

   Si aparte de usar el OLPC como SIMPLE libro surge alguna otra aplicación de la mano de profesores inquietos, bienvenido sea.

5. Marcos
   2007-11-17 23:18

   Claro, Paco. Pero pedir eso es como pretender que de la noche a la mañana desaparezcan las librerías y sólo se puedan conseguir libros digitales. Ni hay infraestructuras, ni preparación, ni en los profesores ni en los alumnos. Por lógica acabaremos en algo parecido a eso, pero será labor lenta y antes habrá que pasar por una lenta tecnologización de la enseñanza.

   Saludos

6. Ana Lorenzo
   2007-11-18 02:07

   Mira, Paco, eso arreglaría además el problema de la espalda y las mochilas que pesan tantísimo. Y sí, te puedo asegurar que realmente no cuesta más que los libros de texto. Pero queda también el tema de la lectura en pantalla y todo eso: ¿cansa tanto como un portátil o un PC? ¿No es mejor entonces un e-book? ¿Qué precio tiene un e-book? ¿Qué libros hay disponibles en español? Los profesores, ¿están dispuestos a elaborar temarios para sus clases dentro de las pautas del plan del ministerio? La verdad es que, como dice Marcos, quedan muchas cosas aún por hacer.
   Un beso.

7. Paco
   2007-11-18 12:38

   Efectivamente, queda mucho por hacer; sólo quería resaltar que el enfoque de meter un PC en el aula por cada 2 alumnos para que busquen en Google y el profesor de tecnología (que por cierto NO se exige que sea informático) explique Office es erróneo. Es más correcto pensar que el portátil es material educativo del alumno (y que se puede subvencionar o sustituir por el gasto en libros) y que el proyecto OLPC es perfectamente aplicable en España.

   Si el ministerio empezara a considerar a los profesores como generadores de contenido (incluso a los propios alumnos, supervisados por ellos) y no como papagallos unos y grabadoras los otros, tendríamos un punto de partida sobre el que tomar decisiones para en el futuro alcanzar un nuevo sistema educativo.

   Si al menos los créditos correspondientes a informática se invirtieran en esto ya sería un primer paso.