Marc Saint-Upéry tiene la sana costumbre de no hablar por hablar ni de distorsionar la realidad para que encaje en su ideología. Y eso es mucho decir, teniendo en cuenta que me refiero a un ensayista especializado en política latinoamericana. En El enigma bolivariano nos da unas cuantas pistas de lo que realmente sucede en la Venezuela de Chávez.
«Durante los años noventa, Chávez se dejó seducir por el nacionalismo antiimperialista exacerbado de Norberto Ceresole, un ideólogo argentino antisemita y próximo a los militares de extrema derecha denominados “carapintadas”, que predicaba una especie de nassero-peronismo autoritario y “posdemocrático” —según sus propios términos— fundado sobre la pirámide caudillo/Ejército/pueblo. Sin duda cansado de las extravagancias ideológicas de su asesor, Chávez termina por expulsarlo de Venezuela en 1999. Al comienzo de su mandato, invocaba con cualquier motivo El oráculo del guerrero, un manual de sabiduría new age a lo Paulo Coelho, escrito por el también argentino Lucas Estrella.»