Jorge Zepeda Patterson apunta y dispara bien sobre la enésima «catástrofe natural» de América Latina: Tabasco, corrupción y desidia.
«En junio de 2007 el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, extrajo 67 millones de pesos del “fondo de imprevistos”, destinados a emergencias sociales, para subsidiar a Televisa en la realización de un evento de la empresa llamado Espacio 2007. La desviación de recursos seguramente se tradujo en un importante avance de la carrera del gobernador en relaciones públicas, pero privó a los jaliscienses de un recurso para enfrentar inundaciones y deslaves (que los hubo).
El comportamiento de González Márquez es, por desgracia, bastante común. Los gobernadores y presidentes municipales suelen usar estos fondos como una caja chica para solventar los “imponderables” de su agenda política. La tragedia de Tabasco es sin duda resultado de un fenómeno climatológico; la precipitación pluvial en un lapso de cuatro días ha sido la más alta de la que se tiene registro. Sin embargo, el impacto devastador que eso ha provocado se alimenta en gran medida de la irresponsabilidad acumulada de autoridades estatales y federales.»