Juan Urrutia analiza el problema casi filosófico de la imposibilidad de conocer “toda la verdad” de lo sucedido en los atentados del 11-M, ahora que acaba de conocerse la sentencia. En particular del dichoso “autor intelectual” al que se aferran de forma extraña algunos medios. ¿He sido yo?.
«No sabemos quien fue el autor intelectual del 23-F, no sabemos quien era el Sr X de la instrución de D. Baltasar del asunto del Gal y me temo que nos vamos a quedar sin saber quien o quienes son el o los autores intelectuales de la matanza de Atocha. Pero no setrata de la desgraciada finitud de la naturaleza humana. Se trata de que, como dijo Iñaki gabilondo en Cuatro, la pregunta no tiene sentido para una organización que funciona en red. En una socedad así no hay una pirámide de decisiones en cuya cúspide estaría EL autor intelectual, sino que hay conexiones múltiples y fragmentadas que en ningún caso podríamos tratar de reconstruir en un autor intelectual o en un clique de autores. Estos ejercicios crueles y genocidas son como un rito de paso realizado para obtener el marchamo de algún nodo de la red que conforma el yihadismo islamista.»