Elisa Marengo describe la actualidad y la historia —tiene su origen en 1919— de lo que ella nombra como la librería más hermosa de París: Shakespeare & Co, la comuna de los escritores.
«Su mirada azul cielo le delata. Sigue siendo el muchacho entusiasta que adquirió la librería. Es un hombre extravagante, mitad ángel, mitad demonio: un auténtico bohemio. Son las cinco de la tarde. Como cada domingo, invita a tomar el té y un trozo de bizcocho en su salón. Aquí es donde vive, desde siempre, rodeado y mimado por sus libros. Aquí es donde recita versos, donde conversa en inglés, donde escucha y observa las cucarachas de la pared (como yo). Huele a manzana caramelizada y a pollo al curry. Él mismo es el cocinero, junto con Sylvia, si única hija. Rubia, poco más de veinte años, desenvuelta y dulce como su padre. Será ella quien heredará el tesoro de la calle de la Bûcherie. Aquí todo se gestiona a la antigua: nada de tarjetas de crédito ni de logotipos. Solo algunas frases, pintadas en la pared, como la que resume por sí sola el espíritu de este fascinante lugar: “Be not inhospitable to strangers lest they be angels in disguise” (“Sé hospitalario con los forasteros, podrían ser ángeles disfrazados”).»
2007-11-03 00:23
Qué bonitos recuerdos… Tengo algunos libros de la Shakespeare and Co.: cuentos de fantasmas de Sheridan Le Fanu y M.R James; una edición bastante abreviada de La decadencia y caída del Imperio Romano, de Gibbon; Los siete pilares de la sabiduría, de T.E Lawrence; una abultada mitología nórdica que me encantaba leer en el metro.
Conocí a George Whitman. Un tipo curioso. Le pedí trabajo y me lo ofreció para esa misma noche. No habíamos cruzado más de treinta palabras.
Es la librería más encantadora que he conocido en mi vida.