Chica de la tele se hace eco de la reciente difusión de los sueldos que cobran actores principales, secundarios y figurantes en las series de televisión en España, datos que dan una perspectiva mucho más realista de un trabajo que no está tan bien como se puede pensar. De contratos y sueldos.
«El sector del audiovisual debe ser uno de los más perros en este tipo de cuestiones: desde becarios eternos hasta autónomos con jornada completa y derecho a vacaciones, cualquier cosa es posible. Una de las prácticas más habituales es la del contrato por obra, una opción muy criticada, pero que entiendo cuando el trabajador es contratado para un producto cuya viabilidad es dudosa y depende de los caprichos de una audiencia exigente e imprevisible y las decisiónes no menos arbitrarias de algunos equipos de gestión. Sin embargo, pese a existir este formato de contrato que no compromete a nadie y sin embargo garantiza ciertos derechos al trabajador, aun hay empresas que ni se lo plantean.»