Que Gonzalo Suárez estrene película es noticia importante. Hilario J. Rodríguez celebra la aparición de Oviedo Express (que tiene como punto de partida a La Regenta) y analiza su controvertida propuesta, otra vuelta de tuerca, dice, en la singular carrera del director: Gonzalo Suárez en Vetusta.
«En la película de Gonzalo Suárez, el dibujo social se circunscribe a los poderes fácticos y a la compañía teatral, haciendo hincapié en sus zonas de sombra. A ese respecto, ni el director de Oviedo Express ni el autor de La Regenta quisieron trazar una radiografía social a la manera de Pérez Galdós o Dickens, más bien parten de unos arquetipos reconocibles (los curas, los políticos y los prohombres) para evidenciar la hipocresía de los estamentos de poder. De algún modo, ambos tenían objetivos parecidos por mucho que utilizasen metodologías distintas. Suárez prefirió ensortijar y contrastar a sus personajes, mientras que Clarín se conformó con explorar la psicología de los suyos. Algo así me hace pensar que, si la literatura decimonónica pretendía convertir a sus personajes en seres inmortales o irrepetibles, el filme se conforma con presentarlos como invariantes del cine de género, dando a entender que hoy nada ni nadie es excepcional y que debemos convivir con seres a los que nos hemos acostumbrado (a través de la literatura, el cine, la prensa o el telediario).»