Dios salve a la Reina, grita Camilo de Ory, y hace una loa a la idiosincrasia inglesa que en según qué épocas de nuestra historia le hubiese supesto la cárcel o aún la horca. Pero cuanta verdad hay en lo del himno…
«Luego esté el himno. El himno de Gran Bretaña es majestuoso y orquestal, y el nuestro parece una especie de pasodoble de verbena de pueblo. Cuando uno oye el Dios Salve a la Reina, que probablemente fue compuesto para conmemorar un histórico apuro regio que se suponía que sólo podría tener solución mediante providencial intervención divina, le entran ganas de acometer épicas gestas patrióticas, y cuando oye el otro lo que le apetece es sacar a una moza a bailar agarrado y tratar de meterle mano con disimulo y de convencerla para que se venga a la era: dos impulsos que por cierto guardan una relación directa con el papel que juega cada país en el concierto mundial.»
2007-10-29 14:34
Bueno, bueno, va de humor, evidentemente, y nada digo de Gibraltar, donde los polis hablan con acento andalú y las gambas al ajillo son deliciosas y los ricos viven en Sotogrande. Bien el artículo. Dos matices. El primero, que su bandera es simple suma de tres, la inglesa, la escocesa y la galesa, que resultan muy bien así de encajadas (y si se desencajan en su momento, será sin mayores problemas de diseño). La segunda, realmento a lo que iba, sépase que el pomposo y bonito (y muy modificado a través de la historia) himno nacional británico es de origen francés, de mitad del XVIII y podría ser que de autora Madame de Maintenon, amante del rey Luis XIV, sobre la base de una pieza, también francesa, llamada Dieu protège le Roi (Dios protege al Rey, o Que Dios proteja al Rey, según versiones) que se cantaba cuando el monarca francés aparecía todo pompa y circunstancia en algún lugar señalado. En cuanto a la música, es de otro francés, un músico de nombre Lully. O sea que los anglos no es que sean pragmáticos sino depredadores. Es lunes y tras el enfadoso cambio de hora, quizá por eso lo digo, con mejorable humor. Saludos.