Alfredo Herrera Patiño reflexiona sobre el reto de la digitalización de todos los libros publicados, y los problemas que conlleva, de derechos, de coste… y de filosofía, de perspectiva empresarial o pública, con Google en el centro de mira. Yo digitalizo, tú digitalizas, él digitaliza….
«Porque si queremos que cualquiera pueda leer cualquier libro desde cualquier máquina, los libros deben estar codificados digitalmente, sea como imagen o como texto. Y hay un problema de derechos de autor, dolor de cabeza de casi todo dios en este olimpo digital. Porque, el contenido en sí de un libro, digamos las obras completas de Quevedo, es dominio público, patrimonio de todos y entonces de nadie, cualquiera puede leerlo, desde luego, pero también cualquiera puede obtener un lucro sin pagarle nada a nadie. Así de sencillo. El problema es cuando pasamos, por ejemplo, a una edición digital a base de imágenes de la primera edición. Alguien digitalizó y, por ello, tiene derechos sobre esas imágenes y puede restringir su uso, comercial o no. ¿Quién tiene ese derecho? ¿La biblioteca? ¿Google, si lo hizo? ¿Una persona, si lo hizo?»