Alejandro Nadal analiza lo que para él son múltiples problemas del FMI, y le achaca haber promovido el modelo neoliberal, no estando esto entre sus competencias. FMI: el peor castigo.
«¿Qué le espera al Fondo? Se ha dicho que debería seguir siendo el prestamista de última instancia, un papel parecido al de cualquier banco central, pero aplicado a la economía mundial. Pero aunque ese organismo desempeña algunas funciones parecidas a las de prestamista de última instancia, hay grandes diferencias con las funciones de un banco central. Por ejemplo, el FMI no puede aumentar la oferta monetaria y por lo tanto no es el agente que permitiría salir adelante en una crisis de liquidez sistémica. En su tiempo, los derechos especiales de giro fueron una respuesta limitada a la falta de liquidez, pero su alcance fue limitado. El volumen de recursos de que dispone el FMI hoy en día es pequeño: sus fondos utilizables ascienden a 252 mil millones de dólares, cantidad realmente reducida (para comparar, las reservas brutas de la India ascienden a 220 mil millones de dólares). En todo caso, la fuente de liquidez proviene hoy de los fondos de inversión y hasta de economías como la de China, que presta a diestra y siniestra.»