En Domadores de lolitas Inés Matute lanza un ataque frontal y directo al reality show Supermodelos de la cadena Cuatro, llamando por su nombre a todas sus prácticas repugnantes.
«En esta escuela televisiva no se promociona la moda, pero sí se machaca una carne cada día más sumisa. Carne joven y pura, que es la que más cotiza. Luego vendrán los pinceles, las pelucas, los corsés y los tacones que convertirán a la virgen en puta. Los sentimientos deben parecer reales; la pose, confundirse con una prolongación del alma. Pero sólo la angustia es real, el rictus esquinado de quien trabaja en ayunas. Ser modelo es una profesión; ser bella o fotogénica es una suerte, pero ser una malparida maltratadora de ninfas no es de recibo. Y en mitad de este baile de histerias, la de los fotógrafos, la de los estilistas y la de las niñas, una llamada a casa, qué alivio. Por desgracia mamá también es idiota, y te dice que aguantes, que el que algo quiere algo le cuesta, y que el valor más rentable – a la larga- es la capacidad de sacrificio.»
2007-10-23 10:55
Gracias majo. Ya sabes lo sensible que me pongo con esto
un abrazo
2007-10-23 12:12
Caray…
Yo pensaba que iban por voluntad propia…
Pobres… puedeido trabajar de cajeras en un supermercado…