Seguimos con la LISI, porque esta semana Internet puede cambiar radicalmente. Samuel Luna, en La LISI o la sociedad del conocimiento, explica los puntos clave de la nueva ley y de las enmiendas solicitadas.
«Las demandas planteadas a todos los grupos parlamentarios comenzaron con la petición de que la libertad de expresión, de información, de cátedra, de opinión y de creación artística, científica y tecnológica, estuvieran tuteladas por los juzgados y tribunales siempre que se realizasen por medios telemáticos. Esto es, que un secuestro o restricción de un servicio temático sólo pueda ser realizado por un juez.
El siguiente punto solicitaba que el acceso a la banda ancha sea un servicio universal y constituya un derecho universal y no la prerrogativa de las compañías de telecomunicaciones en su estrategia comercial.
El tercer asunto fue la petición de que la LISI estableciera garantías para que no sea posible la injerencia ni interferencia de los operadores en el tráfico de internet por razones ajenas a la propia voluntad del usuario (la reivindicada ‘neutralidad de red’ o net neutrality, principio aplicable a las redes de banda ancha cuyo tratamiento del tráfico no jerarquiza ni prioriza).
La última gran petición que se ha realizado es que se transfiera el conocimiento y la tecnología de titularidad pública a la sociedad. Algo que, a pesar de ser obvio, todos los gobiernos han evitado realizar hasta el momento.»