Diego Calleja nos habla de los efectos laterales de la corrupción de Microsoft buscando la aprobación de su estándar OOXML. Es lo que tiene corromper comités de estandarización
«Parece que el esfuerzo de Microsoft de influenciar a la organización ISO para que les aprueben su estándar OOXML está teniendo algunos efectos secundarios muy curiosos. En concreto, parece ser que esas estrategias han conseguido la paralización de parte de la ISO. ¿Que cómo?
Pues porque la estrategia de Microsoft de aprobar el OOXML a toda costa hizo que varios cuerpos de estándares nacionales y organizaciones por el estilo, se unieran “de repente” a la ISO. Y semanas antes de la votación final de OOXML, varios de esos cuerpos cambiaron su status dentro de la ISO de O (Observador) a P (Principal). Casi todos los incorporados votaron a favor de OOXML, por cierto. El caso es que el ‘status’ que un votante tenga es importante: Hay reglas, y el voto de los P tiene más peso a la hora de votar. Por ejemplo: Para que una votación salga adelante, tienen que haber votado al menos un 50% de los miembros con status P. A favor, en contra, o absteniendose (si les importa un carajo la votación, parece que lo normal es votar abstención y punto). Y si no llega al 50%, la votación no es válida, ni es a favor ni en contra, se queda paralizada.»