Hace más de un mes que empezó el campeonato del mundo de rugby en Francia; a pesar de que desde cualquier punto de vista (dinero que mueve, espectáculo, tecnología aplicada a las retransmisiones, público…) las referencias en los medios españoles son casi inexistentes. Rugbymanía a dos velocidades , de Georgia Diaz, es una especie de artículo panorámico sobre el campeonato.
Por el momento, la estrategia parece dar sus frutos. Según un estudio realizado por ESSEC, la barrera de los dos millones de entradas vendidas se superó hace ya semanas. Se esperan cerca de 350.000 visitantes extranjeros en territorio francés durante la competición, lo que supondrá un ingreso de cerca de 1.500 millones de euros para la economía del país galo. La media estimada del gasto de un hincha europeo que ha venido a animar a su equipo en tierras francesas alcanza la suma de 2.245 euros.
La organización del mundial (venta de billetes, partenariados, marketing, medios de comunicación) reportaría cerca de 250 de millones de euros a los organizadores. De manera general, las repercusiones globales del acontecimiento rondan los 4.000 millones de euros. ¡El objetivo es alcanzar el 25% de lo conseguido por el “efecto Copa del Mundo 1998”!
Incluso el IRB (International Rugby Board), que organiza el acontecimiento, ha publicado una guía oficial del hincha. Se encuentra a medio camino entre una guía turística clásica y una recopilación de los mejores lugares franceses para después del partido.