Didac Gutiérrez-Peris hace un interesante apunte sobre la posibilidad de que los bancos pudieran llegar a posibilitar, mediante un sistema de préstamos similar al de las hipotecas, los estudios universitarios de jóvenes españoles en universidades europeas sin tener necesariamente que depender de ayudas familiares. Lo cuenta en Hipotecarse a uno mismo.
«Voy a expresarlo de otra forma, ningún banco español se ha planteado que el hecho que yo pueda pedir un préstamo para un proyecto universitario de segundo o tercer ciclo puede ser una situación un poquito diferente a pedir una hipoteca y que puede conllevar, tal vez, una adaptación de los servicios bancarios a este tipo de demanda. Lamentablemente es de lo más frecuente que el recorrido del estudiante, sus capacidades, su proyecto de estudios, sus calificaciones, su experiencia o su simple voluntad de estar mejor preparado sean considerados simples pormenores de su “dossier”. Un momento, un momento. “¿Pedir un préstamo, para estudiar, con una veintena corta de años?” se exclaman nuestros padres entre indignados y preocupados por el futuro de sus hijos. Pero en realidad ¿qué otra cosa nos queda?»