Luis Portillo Pasqual del Riquelme enumera los aspectos determinantes, históricos y actuales, en torno al asunto del Sáhara, uno de esos conflictos enquistados que no parecen merecer la atención internacional: Sáhara Occidental.
«La credibilidad de los gobernantes marroquíes en el contencioso del Sáhara es nula. El Ejército marroquí bombardeó con napalm y fósforo blanco a los saharauis, obligando a la mayor parte de la población superviviente al genocidio todavía hoy impune al éxodo y al refugio forzoso en el desierto argelino (Carlos Jiménez Villarejo, “Genocidio en el Sáhara”, El Periódico de Catalunya, 2/4/2007; Tomás Bárbulo, “La historia prohibida del Sáhara Español”, Destino, Barcelona, 2002). En la todavía entonces provincia española, Marruecos impuso una segunda colonización —¡en el último tercio del siglo XX!—, abortando con ello el proceso descolonizador español, requerido por la ONU. Marruecos ha desafiado la legalidad internacional y ha obstruido sistemáticamente la solución internacionalmente reconocida para estos procesos (el referéndum de autodeterminación); y después de una guerra de 16 años contra el pueblo saharaui y de haber desbaratado todos los planes propuestos por Naciones Unidas, hace ahora la oferta unilateral, al Frente Polisario —representante legítimo del pueblo saharaui—, de negociar una autonomía limitada sobre la base, innegociable, de la marroquinidad del territorio saharaui, sin cabida, por supuesto, para la autodeterminación ni, en su caso, la independencia»