Camilo de Ory hace un encendido elogio del burka, alabando sus propiedades eróticas, igualitarias, textiles y progresistas: A favor del burka.
«El burka es una prenda progresista que hace que todas las mujeres sean o parezcan iguales y evita que las menos atractivas se vean como hasta ahora viene sucediendo discriminadas a la hora de optar a un empleo en el caso de que como es casi norma obligada en estas situaciones la parte contratante haya colocado al frente del equipo de selección de personal de la empresa a lo que indistintamente podríamos definir como un esteta o un salido: exhorto desde aquí a las autoridades competentes a que pongan en marcha de manera inmediata una campaña de promoción del uso de tan democrática, solidaria y sexy joya textil y de concienciación de la descocada sociedad fascista acerca de las innumerables e insoslayables ventajas que para la moderna y joven profesional urbana tiene el calzársela cada mañana después de la jabonosa ducha y no quitársela hasta el feliz momento de meterse en la cama por la noche tras una fructífera jornada»