Algo confuso el artículo de Leonard Doyle y Daniel Howden sobre De cómo la industria militar privada ha llegado a facturar 120 mil millones de dólares al año, pero merece la pena: «Los soldados en régimen de alquiler no son ninguna novedad; las compañías privadas simplemente representan en una forma nueva el comercio. “Organizadas como entidades de negocios y estructuradas a modo de corporaciones, representan la evolución del comercio mercenario”, de acuerdo con el señor Singer, quien fue uno de los primeros en urdir la trama de la explosión mundial en el uso de empresas militares privadas.
Refleja en muchos respectos tendencias más amplias en la economía mundial, cuando los países pasan de la manufactura a los servicios y externalizan funciones otrora tenidas por privativas del estado. Irak ha sido una plataforma de ensayos para esta industria en auge, creando asombrosas oportunidades financieras y dilemas éticos igualmente inmensos.
Ninguno de los más de 48.000 operativos militares privados ha sido penalmente condenado en Irak, y nadie sabe cuántos iraquíes han resultado muertos por las fuerzas militares privadas, porque EEUU no guarda registros.»